12.6.11

Lo que me vuelve loca, me saca del eje, y aunque odie admitirlo, es básicamente, por tratar de resumirlo de alguna forma, la libertad. Porque aprendí a estar siempre quejándome de las reglas hasta que se rompan, hasta que se agoten, hasta que alguien me reconozca que no tienen sentido, que ninguna regla tiene sentido. Y cuando no hay regla, una obligación, cuando no hay un camino marcado, para seguirlo, pero ni siquiera para ir apropósito para el otro lado, me pierdo, no puedo evitarlo, me pierdo inmóvil, quieta en una nube.

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